martes, 13 de noviembre de 2012

¡Dientes, dientes, eso es lo que les jode!



Hoy no voy a revelar ningún secreto, pues lo que voy a decir es por todos bien sabido...
Cuando un dentista te diga que no te va a doler, créeme, te va a doler, vas a agonizar, la sensación será insoportable y solo horas después cuando estés más drogado que el Luisma en los 90, solo entonces notarás como esa insufrible sensación se torna una molestia.
En efecto, me acaban de operar la boca, y aunque es cierto que lo mío era grave y que es lo mejor que podía haber hecho, joder que mierda con la boca como la tengo. Legrado, implante de hueso, implante de tornillos de titanio y puntos… madre mía. Lamentablemente no he encontrado ningún video de lo que me han hecho a mi en Internet, pero bueno, tampoco es necesario. Si alguien se interesa que busque "legrado" en Google imágenes, que flipará.

Hablando de dientes, hoy me gustaría hacer un poco de apología a una serie de películas:

Celuloide Basura... Capítulo 4   
La saga Crepúsculo.   

Aún recuerdo cuando fui a ver Crepúsculo al cine. Fuimos de los primeros, no habíamos oído ningún rumor negativo acerca de la trama ni de las novelas, y solo sabiamos que era una pelicula de vampiros típica. Amor imposible, seres que luchan contra su naturaleza y un ser humano que no comprende el peligro que entrañan estas criaturas.
Una vez allí ya la película nos sorprendió, porque había empezado muy bien, pero el rollo de vampiros de instituto sonaba un poco forzado... resulta que la peña guay del insti, los típicos repelentes que se creen mejores que nadie, son todos família y... VAMPIROS... sonaba más que forzado, pero la película seguía menteninedo una animación que ayudaban a seguir viéndola. El hecho de que Edward pudiese ver la luz del sol, que todos pudiesen verla y que brillasen al más puro estilo Swarovski, me confirmó que no eran vampiros típicos. Drácula sufría, y tenía motivos, como el Conde Orlok, como Lestat... pero ¿porqué iban a sufrir estos jóvenes adolescentes centenarios? Por amor al parecer, por la mortalidad que les fue arrebatada, porque fueron confinados en cuerpos que iban a permanecer hermosos e incorruptibles por el resto de sus existencias...
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En ese punto uno, que sabe de vampiros, que juega a rol y videojuegos, que lee libros y ve películas, hace un acto de fe verdadera y se conciencia, es una película dirigida a niñatas quinceañeras, adolescentes púberes que suspirarían por nosferatus y licántropos, y sigue viéndola sin hacerse mala sangre. Yo en ese punto ya dejé de juzgarla y decidí disfrutarla, porque había acción y tampoco estaba tan mal...
Hasta que llega el punto en el que Edward se sube a la chepa a Bella y se la lleva dando botes de árbol en árbol... ahí ya nada tenía sentido para mi. Por suerte el final enmendó todo aquel mal sabor de boca, me pareció genial, y en general una película bastante aceptable en muchos aspectos, aunque su guión y temática falle en muchos otros.



¿Porqué la gente critica tan mal la saga Crepúsculo? Por el amor de Dios, Harry Potter logró que miles de niños se interesasen por la lectura, El señor de los anillos hizo lo propio con frikis y cinéfilos, que le dieron una oportunidad al libro tras la adaptación fílmica, y ahora ésta saga ha logrado que pánfilas adolescentes abran un puñetero libro y se pongan a leer: ¡Milagro!
Lo importante ahora es que los niños de hoy en día lean, que lean lo que sea, pero que lean, y la calidad ya llegará después. No le podemos pedir a la juventud que lea a Conan Doyle o a Edgar Allan Poe si primero no han aprendido a amar la lectura, a disfrutarla y comprenderla, porque lo que haremos así es asustarlos, aburrirlos y alejarlos.

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